Tuesday, October 31, 2006

Congreso de Nuevo Periodismo

Valencia acogió del 19 al 21 de octubre el I Congreso de Nuevo Periodismo. Según el presidente, Francisco Camps, se trata de un foro internacional de debate sobre las nuevas tecnologías de la información. Durante tres días se habló, entre otros temas, sobre el fenómeno blog, el periodismo digital y la prensa gratuita. Fueron tres días de apretada agenda con la presencia de auténticas celebridades dentro del Nuevo Periodismo.

Los dos adalides del periodismo ciudadano estuvieron presentes y encabezaron sendas conferencias. Hablo de Yu-Jin Chang, redactor jefe de OhmyNews International, y de Dan Gillmor, el considerado padre del periodismo ciudadano.
El coreano habló sobre el fenómeno "OhmyNews", que ya se encuentra fuertemente arraigado en su país. Según él, en Corea los ciudadanos ya no esperan a los medios para informarse, asumen que ellos son los reporteros.
Gillmor, por su parte, ha subrayado la importancia de los ciudadanos como informadores y ha acusado al periodismo clásico de no saber escuchar a los lectores. Tras lanzar al auditorio la pregunta de si los medios en papel acabarán muriendo. Posteriormente concretó que los medios tradicionales no sucumbirán ante los nuevos medios, al menos no todavía, por lo que no debería ser un factor determinante para los estudiantes a la hora de buscar trabajo, siempre teniendo en cuenta la evolución de la profesión.
En el congreso hubo una interesante mesa redonda entre los bloggers Escolar, McCarthy y Le Meur. Se destacó la importancia de los medios gratuitos y, sobre todo, de los blogs. Le Meur afirmó que los blogs recogen con mayor exactitud el pensamiento de los ciudadanos que los medios. Puso como ejemplo el caso de la Constitución Europea en Francia: mientras que los medios tradicionales afirmaban que la votación diría sí, los bloggers dijeron no. El resultado fue un no que le dio la razón a los blogs franceses.

Otra asistencia destacada ha sido la de Gumersindo Lafuente, el recién despedido director de elmundo.es. Como no, abordó el tema de su reciente cese y argumentó que los medios impresos no consienten perder el control sobre su versión digital, quieren que sea una mera ampliación de la línea editorial de la edición en papel. Anunció también que se encuentra buscando colaboradores, principalmente estudiantes, para un proyecto no aclarado que tiene en mente.

Es difícil calcular tan pronto las consecuencias del reciente congreso. Es, sin embargo, la más clara prueba de que algo está cambiando en el periodismo. Existe un nuevo tipo de periodismo que ya deja de verse como una extensión del antiguo. Es ahí donde coinciden todos los conferenciantes: hay un mercado y hay una tecnología, sólo faltan unos profesionales bien formados que sepan utilizarla correctamente.

Wednesday, October 25, 2006

"El manifiesto del tren de las claves"


El manifiesto del tren de las claves (cluetrain) dice: "Los mercados son conversaciones". Entre empresa y consumidor, se entiende. Es sólo una de las 95 sentencias lapidarias que componen un manifiesto que nos resulta extrañamente familiar. No porque esté especialmente extendido a nivel popular, sino porque resume con acierto las razones por las cuales a veces es tan insatisfactoria la comunicación entre empresa y mercado.


Según los autores, Locke, Searls y Weinberger, la raíz del problema está en la ausencia de una "voz humana" en la empresa. No suele haber en las empresas una voluntad de comunicarse con el cliente, o con sus propios empleados, a un nivel de mutuo entendimiento. En algunos casos incluso rechazan cualquier tipo de comunicación más allá de la puntual factura. Intenten, si no, contactar con su proveedor de internet. Podrán deleitarse, con el teléfono en espera, con los grandes éxitos de Enya. En caso de que sí haya comunicación, prepárese para ser tratado como un idiota. Del mismo modo que la empresa telefónica no cree que el usuario sepa lo que es un router, las empresas en general tienden a creer que el consumidor sólo sabe (o necesita saber) lo básico respecto a la empresa y sus productos. Lenguaje pomposo, críptico y/o publicitario, arrogante en todos los casos, es la forma de las empresas de dirigirse al público: "Quitate los zapatos y déjalos junto a la puerta. Si quieres comerciar con nosotros, ¡baja de tu camello!". Para el manifiesto, esta falta de apertura no es más que la prueba del miedo que tienen las empresas. Miedo a la pérdida de las jerarquías, al diálogo, a las críticas, a la pérdida del control y, sobre todo, a ser puestas a examen.


Puede que la férrea incomunicación empresarial funcionara en el pasado, pero no es un modelo válido para la era de la comunicación. Hoy el secretismo es inútil porque: "No hay secretos. El mercado en red sabe más que las empresas acerca de sus propios productos. Y ya sea que las noticias sean buenas o malas, se las comunican a todo el mundo". ¿Qué sentido tiene ocultar información sobre un producto cuando es posible leer en internet opiniones sobre él incluso cantes de que salga a la venta? Las soluciones que propone el manifiesto se basan en la comunicación y la transparencia.


Los medios de comunicación también son empresas, empresas de comunicación. Es aquí donde el manifiesto cluetrain tiene especial importancia. "Información es una conversación" es la premisa del periodismo participativo, la interacción mediante el diálogo entre la empresa informativa y los lectores. No debe perderse la perspectiva y limitarse a informar como el que le suministra el pienso al ganado; los lectores son personas con ideas y, como entes pensantes, desean hacer oir su opinión, sea para completar la noticia con más datos o para hacer una crítica constructiva que le sirva al redactor para mejorar en su trabajo. Como he dicho, comunicación y transparencia son los pilares básicos sobre los que se debe construir una empresa, y no hay mayor demostración de ello que darle voz al cliente.

Thursday, October 19, 2006

"Nace reportero digital"

El pasado 12 de octubre "Periodista digital" lanzó "Reportero digital", un periódico coordinado por periodistas pero escrito por los propios ciudadanos. Es, por lo tanto, un paso más del periodismo ciudadano en España, el llamado "periodismo 3.0". Según explica Borja Ventura, uno de los editores, el periódico estará dirigido por periodistas profesionales "que jerarquizan, seleccionan, editan y publican las noticias". Declaraciones que servidor traduce como: "no se preocupen, que ésto no va a ser un corral de pueblerinos asilvestrados, lo que nos disguste no se publica, que para eso no nos cuesta un duro". Porque sí, por mucho que haya unos periodistas "de verdad" controlando la información, siempre les va a salir más barato que un equipo completo de redactores trabajando como negros.
No es que discuta la validez de las colaboraciones, pero oigan, yo tengo un pulso muy fino y apuesto a que no me dejarían entrar en un quirófano para operar a corazón abierto.

Se puede divagar largo y tendido sobre el concepto de "periodismo ciudadano", pero quizá sea más apropiado entrar al propio sitio web y comprobar la calidad del trabajo. He aquí, pues, una captura de la portada del día de hoy:
Si el lector amplía la foto se llevará automáticamente las manos a la cabeza con la primera noticia del día: "Aunque no ha dicho nombres, a Zarzalejos no le ha hecho falta decir que los "matones, mentirosos y telepredicadores" de los que habló son Pedrojota y Losantos". Me parece absolutamente demencial que un "periodista" saque sus propias conclusiones de una insinuación y además las señale tan alegremente. Ojo también a que Pedro J. Ramírez es "Pedrojota", que para eso ha compartido cañas y almendritas con el redactor. Si esto es periodismo serio, voy a por una chistera y una pajarita. La cosa no termina aquí, y es que la noticia es de tal alcance que ha sido publicada también en "Periodista digital".
Es allí donde empiezo a mosquearme:
Se puede ver en la captura que la noticia del día son las acusaciones al rey de haber matado un oso borracho de vodka, una segunda noticia con "Pedrojota" como protagonista y las declaraciones de un tipo "asombrado" por "Periodista digital" (yo también lo estoy, ciertamente), texto que también se repite en "Reportero digital". Mención especial para la noticia del lema de ICV: "Fóllate a la derecha", un texto que no creo que ni "El País" se atreva a poner en portada.
En cuanto a estilo, ignoro con cuanta seriedad se tomarán su trabajo los periodistas editores de "Reportero digital", se aprecian algunos errores básicos en la redacción de noticias. Frases de más de 30 palabras (2o es lo recomendable), titulares poco claros e incluso un tartamudeo ("palmeras de de Egipto") no dan la sensación de calidad periodística.

El caso es que con la de periodistas que hay en paro (yo mismo me sumaré a ellos pronto) y lo poco que se nos paga da algo de repelús la idea de que haya gente que haga gratis nuestro trabajo. Y, lógicamente, las empresas prefieren colaboradores gratuitos de buena gana antes que unos periodistas de carrera que protestan por ganar una miseria. Total, si eso de escribir sabe hacerlo cualquiera. Pero luego uno se da una vuelta por sitios como "Reportero digital" y "Periodista digital", que comparten demasiado contenido como para ser considerados dos portales distintos, y el repelús desaparece. Demasiada falta de profesionalidad he notado (al parecer mi crítica no es la única).
La cuestión es el criterio que sigue el lector a la hora de informarse, ¿se prefiere periodismo de calidad o periodismo gratuito? Ya veremos en el futuro, de momento el periodismo ciudadano español parece estar todavía en pañales.

Nota: éste artículo ha sido escrito y publicado bajo los efectos de la fiebre gripal. Por esa misma causa tampoco he podido asistir a clase esta semana.

Thursday, October 12, 2006

"Second Life"

Te levantas para trabajar a las 7 de la mañana. Todavía es de noche, pero te toca tragarte un atasco de a coche parado. El feo de tu jefe te echa la bronca por llegar tarde y, después de suplicar por tu empleo, tomas asiento para enfrentarte a un día más de trabajo. Tus compañeros son tan feos como el jefe. Para empeorar las cosas, al volver a casa te encuentras a tu mujer con una camisa de hombre que jurarías que no es tuya. No, tu vida no te gusta nada, pero ahora hay una alternativa a la soga: "Second Life", la oportunidad de ser alguien distinto aunque sólo sea en un país poligonal alojado en los servidores de vete tú a saber dónde.

"Second Life" es un mundo tridimensional online, construido por los propios usuarios, donde cualquiera puede construirse un alter ego a la carta. El resultado depende de las propias aspiraciones y, cómo no, del desembolso económico que esté dispuesto a hacer, pues la economía del juego se basa en el intercambio de dinero real por lindon dólares (dinero virtual). Sin embargo, cualquier usuario con talento empresarial puede llegar incluso a ganar dinero real del mismo modo.

"Second Life" también se está convirtiendo en un espacio donde diferentes empresas han extendido sus actividades, como es el diario "Señales" o la CNet News. Con casi un millón de habitantes moviéndose e interactuando, es inevitable que esté consiguiendo convertirse realmente en un mundo dentro del mundo. Se trata de un concepto viejo, que ya propuso hace diez años, con cierto pesimismo, el escritor Tad Williams en su estupenda "Otherland".

Dicho todo esto, eso de "Second Life" parece ser una cosa de lo más interesante. Lamentablemente mi breve experiencia con este mundo virtual no podía ser más descorazonadora. Después de una aburrida creación de personaje y de intentar hacerme con los toscos controles, me encontré perdido en una ciudad sin ninguna misión determinada, rodeado de otakus disfrazadas de gatas y de monigotes con pelos estrafalarios. Dediqué un par de horas a pasearme por ahí e intentar entablar contacto con la gente, pero al ver que era ignorado automáticamente me dediqué simplemente a pasear hasta que me venció el tedio. Tras intentar sin éxito robar un coche que estaba mal aparcado, me dediqué a ahogar a mi personaje en un río, pero resultó ser inmortal. Después utilicé la función de "volar" para subirme a lo alto de un rascacielos, y allí practiqué el salto del ángel. Mi personaje se sacudió el polvo y se volvió a poner en pie. Un saltito de nada. Acto seguido desinstalé el programa con una sonrisa de poker, inicié "Guild Wars" y viví algunas aventuras con un par de amigos. Es un simple juego online, con muchas menos pretensiones, pero al menos pasé un buen rato de sana diversión sin sentir que estaba desperdiciando la mañana.

Y es que "Second Life" debe verse como una nueva manera de comunicarse, un híbrido entre juego online y chat. Me resulta difícil que alguien pueda sentirse realizado o tener una "auténtica" segunda vida satisfactoria dentro de un mundo de cartón piedra de funcionamiento tan poco amigable. Me parece interesante la propuesta del programa, pero técnicamente no puede ponerla en práctica de una manera satisfactoria. Es tan sencillo como que, por mucho que puedas interactuar con el entorno, realmente el usuario no tiene objetivos reales que cumplir. En este sentido me parecen muy superiores los mundos del citado "Guild Wars", "Ultima Online" o "World of Warcraft". Sí, sólo son videojuegos, pero ¿quién quiere una segunda vida tan vulgar y mundana como la "auténtica"? Personalmente no me atrae nada la idea de sentarme en un sofá virtual y mentirle a un desconocido sobre mi vida sexual. Si me tengo que forjar un avatar, prefiero ser un fibroso paladín de mundos fantásticos. Y así olvidarme por unas horas, a base de salvar doncellas con el filo de mi espada, de mis indeseables michelines.

Tuesday, October 10, 2006

"Comunicación viral"

Todos estamos hartos de recibir esos indignantes emails en cadena que el pringado de turno manda, de vez en cuando, a toda su lista de contactos. Si nos dignáramos a abrir alguno de ellos podríamos ver el registro de los destinatarios por los que ha ido pasando el documento. Éste remitente no sólo es kilométrico, sino que aumenta exponencialmente. El marketing viral funciona de manera similar a una enfermedad venérea. Es el uso de redes sociales para la expansión masiva y veloz de una idea o producto. Es, dicho de otro modo, un boca a boca a lo bestia.

La comuncación viral no es algo nuevo para nadie que lleve usando internet más de un año. Cada vez es más frecuente encontrar campañas de marketing encubierto en la red. Ciertamente, todo son ventajas para el interesado: coste irrisorio y una respuesta alta y rápida del target.

Un excelente ejemplo de marketing viral es el video de "Amo a Laura". Con la única ayuda del boca a boca, la irritante cancioncilla consiguió invadir los ordenadores de toda España en apenas unos días, y el pegadizo estribillo fue compañero de borracheras de la muchachada durante mil y un botelleos. Misión cumplida. No fue hasta unas semanas después cuando se descubrió que todo había sido una astuta maniobra de la MTV, ésa cadena cool más preocupada por el marketing que por promover música de calidad.

Otro caso, más oportunista que estudiado, ha sido el de "Snakes on a Plane", película que ahora mismo puede disfrutarse en los cines de toda España. Cuando se anunció que Sammuel L. Jackson iba a protagonizar la historia de un avión infestado de serpientes, la comunidad internauta recibió con los brazos abiertos tan disparatada propuesta. No tardaron en aparecer videomontajes y chistes de todo tipo acerca de la película. El fenómeno fue de tal magnitud que la misma productora tomó buena nota y rediseñó por completo el guión para darle al público la delirante chanza que esperaba. El resultado: la primera película elevada a "film de culto" incluso antes de su estreno.

El marketing viral no sólo puede cumplir funciones comerciales, sino también políticas. Ése es el caso de otro reciente fenómeno "youtube": "Levántate ZP", un video casero donde un grupo de jóvenes le roban a Zapatero su escaño. Lo que en principio fue entendido como un extraño caso de ¿terrorismo? de protesta resultó ser un montaje para una ONG. Sin embargo, como en el caso de "Amo a Laura", para cuando se desveló la verdad ya habían corrido ríos de tinta. Para entonces la campaña ya había cumplido su cometido: dar de qué hablar.

Visto lo visto, no caben dudas de la efectividad del marketing viral. No está tan claro el apartado ético del asunto. ¿Es sólo cosa de la novedad o seguiremos los internautas cayendo como bobos ante el mismo truco una y otra vez? Vuelvo al ejemplo de los emails en cadena del principio ¿acaso hay alguien que todavía se crea lo de los gatos embotellados o que vayan a cerrar Hotmail? Pues eso, la cuerda durará hasta que se canse la gente.
Hasta entonces, mientras la marioneta siga bailando, el titiritero seguirá llenando su gorrito de monedas. Debí haberle hecho caso a mi madre y estudiar publicidad.

Wednesday, October 04, 2006

"Small World"

"Small World Project" es un experimento llevado a cabo por la Universidad de Columbia y que se basa en la famosa teoría de los seis grados de separación. Dicha teoría afirma que cualquier persona está separada de otra de cualquier lugar del mundo por una cadena de sólo seis intermediarios. Es decir, si Juan, un español cualquiera, tiene que dar con Gregor, un tipo de Nueva Jersey, puede que decida pedirle ayuda a Antonio, que tiene una novia que pasa todas las navidades en Washington. A su vez, la novia de Antonio le pidiría ayuda a Christopher, su amante americano, que nació en Nueva Jersey. Casualmente Christopher fue al colegio con Gregor. El círculo se cierra y la cadena de contactos no ha sobrepasado los cinco grados.
Ésta curiosa teoría fue propusta en 1929 por Frigyes Karinthy, un escritor húngaro, en su relato corto "Cadenas". No fue hasta 1967 cuando un sociólogo, Stanley Milgram, decidió comprobarla empíricamente. Para su experimento "mundo pequeño", Milgram envió una serie de cartas pidiendo la colaboración de gente escogida al azar, que debían remitir una copia de la carta a un conocido lo más cercano posible de la persona a encontrar, y así sucesivamente hasta dar con él. El resultado del experimento fue que cada cadena sólo necesitó una media de cinco a siete intermediarios.
Recientemente la teoría de los seis grados se ha visto popularizada por un reciente experimento de la Universidad de Virginia, "El oráculo de Bacon". El "oráculo" usa la base de datos de la "internet movie database" para relacionar a cualquier actor del mundo con Kevin Bacon. La gracia del asunto es que realmente funciona, y se pueden establecer risibles asociaciones entre, por ejemplo, Kevin Bacon y Andrés Pajares (tres grados), o incluso entre Kevin Bacon y el inefable director italiano Lucio Fulci (tres grados también). La versión actual del "Oráculo de Bacon" es más sofisticada y permite relacionar entre sí a cualquier persona del mundo del cine. De este modo he podido averiguar que sólo dos grados separan a Bruce Campbell de Steven Spielberg, y que hay otros dos entre Fernando Esteso y Paul Naschy.
Como explicaba al principio, la Universidad de Columbia se ha propuesto repetir el experimento de Milgram, pero ésta vez valiéndose de las facilidades del correo electrónico, y a nivel mundial. Cualquiera puede formar parte del experimento desde la web creada para tal fin. Así lo he hecho, y la persona objetivo que me ha "tocado" es Christina Garrison, una chica de 18 a 24 años que trabaja de camarera en un bar de camioneros y vive en Grand Island, Nebraska, desde 2002. Es actriz aficionada y le gusta el karaoke. Anteriormente ha vivido en los estados de Virginia e Illinois, y visita la ciudad de Nueva York muy a menudo.
La persona más cercana a Christina que conozco, y a quien le he decidido pasar "el relevo", es a Andrea, lectora de uno de mis blogs. La razón es que ella vive en Nueva York, ciudad que Christina Garrison dice visitar muy a menudo.
Espero que haya suerte y pueda dar con Christina, me encantaría que me contara un montón de peleas de camioneros borrachos.