UCAM MEDIA LAB 2008 - 11 de diciembre (tarde)

Álvaro Ortiz, "Furilo", abrió la tarde introduciéndonos en el mundo de "La coctelera", la comunidad de blogs de la empresa de desarrollo The Cocktail. De una manera un tanto dispersa, aunque muy amena, Furilo fue describiendo las tareas que se llevan a cabo en la oficina en un día cualquiera. La jornada empieza dándole un repaso ligero a las estadísticas del día anterior para valorar si el barco navega en buena dirección. Comentando las diversas opciones de monitorización que ofrece Google Analytics aprovecha para comentar la complejidad de estos datos y la importancia de realizar una correcta lectura. Se abre aquí una nueva vía de especialización que podría gozar de mucha importancia en el futuro.

Tras otras tareas "menores" como la moderación y responder a dudas y problemas de los usuarios, Furilo nos introdujo en el proceso de desarrollo de nuevas herramientas. Para las fases iniciales de proyecto se utiliza el programa Fireworks, que les permite bocetar fácilmente los primeros diseños de interfaz. Estos prototipos pasan posteriormente a los programadores, que se encargan de hacerlos funcionales. Por último, los diseñadores les dan el acabado final, de modo que sean visualmente atractivos a la vez que usables.

En un momento en el que la mayoría de puestos especializados están aún por consolidarse, Furilo no deja de llamar la atención sobre nuevos perfiles profesionales que surgen cada día: community manager, diseñadores de interacción... La Web 2.0 está creando un nuevo entorno de trabajo en la red y esto implica nuevos puestos de trabajo en tareas que antes no existían. Por eso la importancia de mantenerse al día de todas las últimas innovaciones es hoy más vital que nunca.

Aunque Furilo ha enfocado su ponencia hacia el mundo del desarrollo web en su cara más técnica, todo lo expuesto es totalmente aplicable al mundo del periodismo. Nuevos modelos informativos como soitu.es y la necesidad de aprovechar las oportunidades que ofrece el entorno de la Web 2.0 hacen que el perfil del periodista se encuentre en proceso de continua evolución. Como las propias tecnologías, el periodista del futuro, si no ya el del presente, debe renovarse o morir. Como señala al finalizar, para él un periodista sin blog es algo antinatural, un ejemplo que ilustra perfectamente la necesidad de que los periodistas pasen a adoptar un papel de comunicadores en el sentido más amplio y versátil de la palabra.

Siguiendo con la diversidad de conferenciantes Vicente Ros nos llevó al mundo de la publicidad, un mundo que también está viviendo una revolución con la adopción de la filosofía Web 2.0. La nueva publicidad busca la participación del ciudadano, que ya no es un receptor pasivo. La referencia de este nuevo tipo de publicidad es, por supuesto, la campaña de Obama.

Hasta hace poco la tendencia más común era intentar traspasar la publicidad de otros medios a internet, de manera más o menos directa. Esta práctica es poco menos que tirar el dinero, ya que su efectividad queda muy limitada. Internet es un medio distinto que necesita mensajes adaptados de manera creativa para aprovechar su potencial. Tan distinto es este medio que en él han surgido nuevas tipologías de consumidores como el fansumer, prescriptor desinteresado que defiende la marca a cambio de nada, o el prosumer, a la vez consumidor y productor.

Ros destacó la importancia de los blogs dentro de la publicidad. Las empresas no sólo crean blogs corporativos, también intentan convertir en prescriptores a blogueros de éxito, a los que se les da un tratamiento de líderes de opinión y se les manda muestras de productos con intención de que hablen bien de ellos. Puede suceder que hablen mal, pero incluso siendo algo negativo (un comentario negativo en un blog puede replantear la opción de compra en casi la mitad de los consumidores) permite al productor corregir fallos.

Su exposición cerró con algunos casos prácticos de publicidad 2.0. Destacó la importancia de los anuncios contextuales no intrusivos, como los que Youtube ha empezado a utilizar en algunos de sus videos. No comparto su opinión de que estos anuncios no perjudican la experiencia del usuario. Por muy discreto o relevante que sea el anuncio en cuestión no deja de ser un elemento intrusivo que se "cuela" dentro del video que el usuario está reproduciendo. Otro ejemplo destacable es el de la publicidad integrada dentro de videojuegos, como la campaña virtual de Obama dentro de Burnout Paradise. Resulta hasta dramático imaginarse al pobre americano de a pie que conecta su videojuego favorito con la intención de evadirse de la ruidosa política yanki sólo para encontrarse, también en su hobbie favorito, con su nuevo presidente electo. Si no se respetan unos límites, 2.0 o no, la presencia publicitaria puede empezar a ser realmente perturbadora.